Capital Intelectual
Está constituido por el inventario de conocimiento generado por la empresa y se expresa en términos de tecnología, información y habilidades desarrolladas por el personal, todos ellos unidos y orientados para crear valor agregado al cliente.
Estructurado proporciona una ventaja comparativa frente al competidor. Su medición es compleja, renovable y tiende a volverse obsoleto rápidamente por la velocidad del cambio del entorno.
Componentes humanos
Cada compañía tiene formas y cantidades únicas de conocimiento, el cual debe ser entendido, medido e incrementado en forma particular.
El capital intelectual depende de la combinación de cuatro variables específicas:
- Educación. Fomenta el desarrollo integral de todos los colaboradores de la organización.
- Experiencia. Conocimiento adquirido a través de la práctica. Debe sistematizarse como un modelo de información para garantizar su conservación y transmisión.
- Habilidades naturales. Capacidades con las que se nace para realizar ciertas actividades y que pueden ser desarrolladas. Es importante identificarlas y potencializarlas.
- Actitud. Parte del querer aprender y no del tener que aprender.
Estrategias organizacionales para fortalecer el capital intelectual
El capital intelectual, aunque no puede ser producido en masa, si es posible estimularlo individualmente en una organización mediante las siguientes estrategias:
- Administrar el conocimiento, liberando el potencial creativo de la persona a través del intercambio continuo de información.
- Flexibilizar la estructura disminuyendo la rigidez que especializa al hombre en funciones repetitivas.Establecer y consolidar una cultura y ambiente organizacional que privilegie los valores, el aprendizaje, la creatividad, la innovación y la experimentación.
- Promover un clima de investigación y desarrollo generador de cambios que fortalezcan la competitividad y posicionamiento de la organización.